Un grupo de testigos clave de la Fiscalía de El Salvador terminó hoy de desmenuzar ante una corte penal el esquema utilizado por el expresidente Elías Antonio Saca (2004-2009) para blanquear parte de los más de 300 millones de dólares que desvió de los fondos estatales.
Entre los testigos, que se ampararon en un "criterio de oportunidad" para no ser procesados y que respaldaron la confesión del exmandatario, se encontraban personas ligadas a las empresas que ayudaron a Saca a lavar los fondos, y una vinculada con la contabilidad de sus sociedades.
Uno de los eslabones de este entramado fueron 3 agencias de publicidad que recibieron el pago mensual de 100.000 dólares por aparentar el manejo de una campaña a favor del Gobierno, pero que solo se encargaban de transferir fondos a las radios de Saca y se quedaban con el 20 por ciento a modo de "comisión".El testigo identificado como "Prometeo" manifestó a los jueces que trabaja para la empresa América Publicidad, una de las 3 señaladas, y admitió que esta recibió entre julio de 2004 y agosto de 2011 al menos 7,7 millones de dólares, de los que poco más de 6 millones terminaron en manos de Saca.
El hombre, que aceptó el pago sin someterse a ninguna licitación, explicó que Saca le dijo que el dinero venía de los "fondos reservados (secretos) de la Presidencia y de alguna donación que le iban a dar al país".
También señaló que entre 2008 y 2009 recibió 2 millones de dólares para manejar la campaña publicitaria de las elecciones presidenciales del partido que llevó a Saca al poder, la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena).
Dicha formación, que tras perder los comicios de 2009 con el exdirector de la Policía Rodrigo Ávila como candidato expulsó a Saca, también recibió 7,6 millones de dólares del dinero desviado.
La otra testigo, identificada como "Olimpo", explicó que la empresa encargada de simular los cobros pertenecía al exentrevistador de televisión Jorge Hernández, procesado en otro tribunal por lavado de dinero.
Sostuvo que la empresa de Hernández fingió cobrar deudas por más de 5,9 millones de dólares en el resto de Centroamérica y República Dominicana, y que se quedó con una comisión del 15 por ciento.
Por su parte, el testigo "Príamo", un excontador de Saca, aseguró que las empresas del exmandatario alteraron su contabilidad para lavar los fondos ilegales y ocultar su origen y destino.
Explicó que las sociedades "realizaron de forma irregular" el registro de las "partidas contables", dado que no se daba "detalle de las operaciones, sino que solo datos globales".
Acotó que "los estados de resultados estaban influenciados por las irregularidades de las partidas contables", y que los ingresos registrados por los contadores eran diferentes a los de las cuentas bancarias.
A raíz de esta situación realizaron un "ajuste" para que el excedente de las cuentas no se registrara como ingreso sino como una deuda a futuro, y crearon la partida contable "otras cuentas por pagar".
"Príamo" relató que todas las "irregularidades" fueron detectadas en una auditoría externa, pero la empresa encargada no dio aviso a las autoridades, porque pertenece a una persona que Saca buscó para que lo asesorara en la forma de lavar los fondos, según la confesión dada por el expresidente el pasado 9 de agosto.
El testigo añadió que las empresas pagaban a Saca con este dinero un salario mensual que fue de 4.000 dólares en 2004 hasta los 60.000 dólares en 2009, más vacaciones y una "indemnización anual" que eran declarados al Ministerio de Hacienda como gastos para deducirlos de los impuestos.
Subrayó que las empresas de Saca registraron pérdidas en los años previos a su llegada al poder, que durante su presidencia tuvieron utilidades de entre 4 y 5 millones de dólares y desde 2009, cuando dejó la Presidencia, reportaron una disminución "sustancial" de ganancias.
Durante la jornada del martes otros dos testigos declararon que otra forma de lavar dinero fue la simulación del cobro de deudas en el extranjero, fondos que eran movidos a empresas "testaferros" y después a las empresas de Saca.
Entre estos testigos se encontraba un cómplice de Saca, cuyo testimonio es el único al que la prensa no ha tenido acceso desde la instalación del juicio el pasado 7 de agosto, dado que los detalles de su declaración serán utilizados en otro proceso en el que tiene secreto de sumario.
Saca es el primer expresidente de la democracia salvadoreña en afrontar un juicio y confesar en una corte delitos de corrupción, dado que su predecesor en el Ejecutivo, Francisco Flores (1999-2004), fue enviado a esta etapa en 2015, pero falleció antes de la instalación.