En la República Dominicana, el mercado laboral y el sistema educativo parecen estar desfasados en términos de las necesidades reales del país. A pesar de la creciente demanda en sectores tecnológicos y científicos, las carreras más populares entre los estudiantes dominicanos siguen siendo las tradicionales como Derecho, Contabilidad y Medicina. Esta desconexión se evidencia claramente en los datos proporcionados por el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt) y la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE).
Las Carreras Más Estudiadas
En 2022, las tres carreras con mayor número de matriculados fueron Derecho, Contabilidad y Medicina. Derecho lideró con una matrícula de 31,868 estudiantes, de los cuales el 58.08 % eran mujeres. Le siguió Contabilidad con 29,108 estudiantes, donde la mayoría (69.13 %) eran féminas. Medicina, por su parte, contó con 26,146 inscritos, siendo la carrera con el porcentaje más alto de mujeres, un 76.35 %.
Otras carreras con una alta matriculación incluyen Psicología Educativa, que ocupó el cuarto lugar con 24,389 estudiantes, y Administración de Empresas con 21,474 matriculados en el quinto puesto. Psicología Clínica, Enfermería, Ingeniería en Sistemas y Computación, Ingeniería Industrial y Educación Inicial completan la lista de las diez carreras más estudiadas en el país, todas con cifras significativas de inscritos.
La Brecha con las Necesidades del Mercado Laboral
En contraposición, el sector empresarial dominicano ha señalado una creciente necesidad de profesionales en áreas tecnológicas y científicas, que son fundamentales para el desarrollo económico y la competitividad del país en un mundo cada vez más digitalizado. Según el estudio presentado en 2022 por la ANJE, las titulaciones más solicitadas por las empresas incluyen Marketing Digital, Comercio Electrónico, Comunicación Digital, Ciencia de Datos, Desarrollo de Software, y áreas relacionadas con el enfoque STEAM (ciencias, tecnología, ingenierías y matemáticas).
A pesar de esta demanda, estas carreras no lograron posicionarse ni entre las primeras 20 más estudiadas en el país durante 2022. Por ejemplo, la carrera de Desarrollo de Software, una de las más necesitadas por el mercado, solo contó con una matrícula inferior a 4,200 estudiantes. Otras carreras altamente demandadas, como Comercio Electrónico y Ciencia de Datos, ni siquiera alcanzaron los 500 alumnos.
Consecuencias y Retos
La disparidad entre la formación académica y las necesidades del mercado laboral tiene varias implicaciones para el desarrollo del país. Primero, puede generar un exceso de profesionales en áreas saturadas como el Derecho y la Medicina, mientras que se crea una escasez en campos cruciales para la innovación y el crecimiento económico. Segundo, esta desconexión puede llevar a un aumento en el desempleo o subempleo entre los graduados, quienes podrían encontrar difícil insertarse en un mercado laboral que no demanda sus habilidades.
Fnalmente,para cerrar esta brecha, es necesario un esfuerzo coordinado entre el gobierno, las instituciones educativas y el sector privado. Promover las carreras relacionadas con la tecnología y las ciencias, ofreciendo incentivos y orientación vocacional adecuada, puede ser una estrategia efectiva para alinear la oferta académica con la demanda laboral. De no tomarse medidas al respecto, la República Dominicana podría enfrentar desafíos significativos en su capacidad para competir en la economía global del siglo XXI.
FERNANDO CASTILLO UREÑA
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