¿Y ahora, quién me va a poner la corona cuando yo cumpla mis 15 años?, fue la pregunta que hizo la niña de siete años de edad, hija de Julia Arias, quien el pasado miércoles murió tras realizarse una cirugía estética.
Horas antes de recibir la noticia de que su mamá había fallecido, la nena estaba feliz y les manifestó a sus amiguitas que ella vendría “muñeca” del hospital.
Según la madre de Julia, Dulce Almonte, ella “odiaba su barriga”, por lo que decidió realizarse una lipoescultura e inyectarse la grasa en las nalgas, procedimiento por el que pagó alrededor de 170,000 pesos.
“Mi hija murió por descuido. Lo primero es que la anestesia no fue general, ella estaba alerta, la sala de cirugía es un cuchitril con una mesa, y además tres horas y pido después del proceso la pusieron en la habitación y no en sala de recuperación”, informó Almonte.
Explicó que cuando recibió a su hija en la habitación, esta le dijo que le picaba el rostro y otras partes del cuerpo, pero una hora después empezó a desesperarse porque le faltaba el aire, pero no había oxígeno a la vista.
Estaba desesperada
“Mi hija estaba desesperada por respirar y abría la boca grande buscando aire porque se ahogaba, en ese momento las enfermeras y los médicos se fueron habitación por habitación a buscar el oxígeno y otros equipos para atenderla, pero cuando llegaron ya era tarde, ella había muerto”, narró Almonte.
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