SANTO DOMINGO. La directora de Orientación y Psicología del Ministerio de Educación y responsable directa de las Normas del Sistema Educativo para la Convivencia Armoniosa en los Centros Públicos y Privados, defendió ayer el reglamento y aseguró que el objetivo es promover un clima afectivo idóneo para los aprendizajes de los y las estudiantes, estableciendo pautas disciplinarias y medidas en el marco de procesos pedagógicos que contribuyan a su formación integral y a la convivencia armoniosa.
Minerva Pérez informó que las normas fueron aprobadas por el Consejo Nacional de Educación en el 2013 y responden al mandato del Código para la Protección de los Derechos Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes (Ley 136-03), artículos 48 y 49, que establecen la reglamentación de la disciplina escolar e instan a la elaboración de un reglamento, para hacer operativo este mandato junto al Ministerio de Educación de la República Dominicana (Minerd).
Indica que las normas parten de la idea de que cualquier proceso disciplinario debe ser, ante todo, pedagógico para un sujeto de derechos que está en formación.
“Estas Normas parten de que el proceso disciplinario no es un acto de simple autoridad que se impone externamente a un estudiante. Por el contrario, este conjunto de reglas entiende que los estudiantes son parte importante de la convivencia escolar y que, en el marco de su autonomía progresiva, deben avanzar en la responsabilidad por las relaciones al interior de la comunidad educativa”, insistió.
Sigue rechazo
Sicólogos sociales, educativos, orientadores y docentes se sumaron a las voces que cuestionan y rechazan el reglamento del Minerd, por considerar que podría provocar el caos en las aulas y conllevar a actos delictivos. La primera en opinar fue la sicóloga y educadora Carmen Cristina De Aza, quien consideró que deben existir normas mínimas, no solo para la convivencia, sino para el manejo de las relaciones interpersonales.
Recordó que dentro de las normas que se establecen en el proceso enseñanza-aprendizaje cree que a nivel pedagógico hay una serie de elementos, metodologías y técnicas que es el maestro que tiene que trabajarlo para lograr su disciplina y la convivencia en el aula.
“Definitivamente, debe haber unas normas y una regla del juego para el buen funcionamiento de esa misma relación, ahora lo que no deben ser es ni abusivas, ni contradictorias. Debe estar en el marco de las relaciones, del respeto, y garantizado el derecho de las personas que van a intervenir, tanto con la aplicación como el desarrollo de esas normas”, expresó.
La experta consideró que el maestro debe trabajar en función de su autoridad pedagógica y en ningún momento tiene que ser dogmática, ni abusiva.
Para la sicóloga social, Alicia Frías, el reglamento podría ocasionar muchos problemas y conflictos de inconformidad por parte de los directores y docentes de los centros educativos públicos y privados, en la medida de que la pérdida de autoridad sobre las normas de la institución pueden llevar a actos de revolución, delictivos y criminales por parte de los estudiantes.
“Si no existe el control y el respeto a las normas y reglas, cada quien hace lo que quiere y podría producirse una anarquía”, apuntó Frías.
Observa que muchos estudiantes provienen de familias disfuncionales y que no tienen educación sobre los valores cívicos y morales, y que los centros educativos son los llamados a brindar esas enseñanzas que en sus hogares no reciben, por lo que entiende que se debe revisar y reflexionar un poco más sobre el reglamento.
Fuente: Diario Libre