Un juez de la Atención Permanente de la provincia Santo Domingo impuso este sábado impedimento de salida del país, presentación periódica y una garantía económica a los dos jóvenes involucrados en el hecho en que murió la menor Kimberly Adón.
El Ministerio Público acusa ahora a los dos jóvenes de “asociación de malhechores”, mientras el abogado de la joven muerta, los acusa de seducción de menores, ya que tanto la víctima como la amiga que la acompañaba la madrugada de la tragedia, tenían 16 años de edad.
La medida de coerción también abarca al padre de uno de los muchachos, a quien la Fiscalía acusa de complicidad.
Los tres fueron conducidos detenidos al mediodía de ayer por antes el juez Bernardo Coplín para el conocimiento de la medida de coerción, en presencia de su abogado y los familiares de Kimberly Adón.
Los encartados son Joel Feliz Peña, de 20 años, y quien acompañaba en la jeepeta la noche del accidente a Kimberly Esther Adón, a otra menor de edad y a Francisco Emilio Abreu Villar, este último al que un juez del juzgado de Paz y Asuntos Municipales de Santo Domingo Norte, le dictó una medida de coerción de tres meses para ser cumplidos en la cárcel de La Victoria.
Este permanece de manera provisional en la cárcel del sector San Luis, donde se informó sería regresado ayer. Preliminarmente el caso fue tratado como accidente de tránsito.
La seducción constituye el hecho de que un adulto contraiga relaciones sexuales con un menor de edad aunque de manera consentida o amancebamiento, pero la ley 136-03 (Código del Menor) prohíbe este tipo de relaciones por entenderse que los menores no tienen capacidad para decidir. Específicamente en su artículo 396 establece que esos casos son considerados abusos sexuales, según explicó el abogado de los querellantes, Esteban Mella, durante una rueda de prensa ayer en la Fiscalía.
Al mismo tiempo advirtió que cuando los padres tengan sometimiento y permitan este tipo de relación se hacen cómplice ante la justicia y podrían ser sometidos cómo cómplices.