La preocupación por estar expuesto al ébola ha crecido un 9 por ciento, de forma que ahora el 41 por ciento de los americanos sitúa este asunto entre sus principales inquietudes, frente al 32 por ciento de hace dos semanas, fecha del anterior sondeo de Pew.
El 17 por ciento de los americanos confiesa estar "muy preocupado" por el virus, lo que supone un aumento de seis puntos desde principios de mes, cuando el 11 por ciento del país decía encontrarse en esta situación.
El centro de estudios, con sede en Washington, ha obtenido estos datos de una encuesta en todo el país, realizada entre el 15 y el 20 de octubre a 2.003 adultos.
Del estudio demoscópico, se deduce que la preocupación sobre la propagación del virus del Ébola ha seguido aumentando desde principios de octubre, aunque el 58 por ciento de los americanos dice no estar preocupado por la enfermedad.
Esta cifra ha descendido desde principios de mes, cuando al 67 por ciento del país no le inquietaba esta enfermedad.
A pesar del aumento de la preocupación, la mayoría confía bastante en la capacidad del Gobierno federal y en la eficacia de los hospitales.
De hecho, el 54 por ciento de los encuestados deposita, ya sea una gran cantidad (18 %) o una buena cantidad (36 %) de confianza en el Gobierno para "prevenir un brote importante del virus del Ébola en EE.UU".
Según destaca el centro de investigaciones, esta sensación ha cambiado muy poco desde principios de octubre, cuando el 57 por ciento confiaba en el Gobierno y sus medidas para atajar el brote.
Además, seis de cada diez estadounidenses (61 %) se sienten seguros con los medios de los hospitales del país "para diagnosticar y aislar los posibles casos de ébola", aunque el 38 por ciento de los encuestados tiene poca o ninguna confianza.
Por afiliaciones políticas, los republicanos están más preocupados que los demócratas por el virus y, al mismo tiempo, son el grupo que menos confía en el Gobierno federal para prevenir una mayor expansión del ébola.
El primer caso diagnosticado de ébola en territorio estadounidense fue el de un ciudadano liberiano, Thomas Eric Duncan, quien contrajo el virus en su país y fue tratado en ese hospital, donde falleció el 8 de octubre a consecuencia de la enfermedad.
Dos enfermeras que estuvieron en contacto con él han contraído el virus y se encuentran recibiendo tratamiento experimental en otros dos centros hospitalarios del país.
Fuente:Listín Diario
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