Indígenas, estudiantes, colectivos de mujeres y de trabajadores son parte de la variopinta multitud indignada que se congregará este sábado en la capital guatemalteca, en vísperas de las elecciones, para advertirles a los candidatos que se acabó la tolerancia con la corrupción.
La movilización se produce apenas tres días después de la renuncia del presidente Otto Pérez, acusado por la justicia de encabezar una red que cobraba sobornos para evadir impuestos aduaneros.
"Esto apenas empieza a restaurar el tejido social. Hemos logrado juntarnos con (indígenas) ixiles, xinkas, campesinos, mujeres, todos los sectores e ideologías con el objetivo de decir 'basta de corrupción' y hoy logramos la renuncia (de Pérez)", dijo a la AFP Isabel Juárez, del colectivo Otra Guatemala Ya, que desde abril participa de las protestas semanales anticorrupción.
Este grupo convocó a sus seguidores a través de redes sociales a participar en la manifestación de este sábado, a la que denominaron "Sepelio Electoral" e irán vestidos de negro, agregó Juárez, de 45 años.
Paralelo al anuncio de la resistencia pacífica a las elecciones, la violencia preelectoral se cobró la vida de un hombre durante una trifulca entre simpatizantes de varios partidos políticos en el pueblo de Santa Bárbara, en el suroeste del país.
El jefe de policía, Rodrigo Salguero, dijo a medios locales que 26 personas fueron detenidas por el incidente, incluido un menor de edad.
Las denuncias de corrupción que estremecen al país desde abril propiciaron una atmósfera de desencanto hacia la política que para algunos analistas podría reflejarse en las urnas.
"Es la primera vez que en Guatemala se percibe un alto índice de abstencionismo; ello debido a las malas administraciones gubernamentales. Creo que habrá mucha gente que no emitirá sufragio", advirtió Reyna de León, representante de ONU Mujeres Guatemala.
Las elecciones del domingo se celebran después de una semana de conmoción en Guatemala: el martes el Congreso levantó la inmunidad del presidente Pérez, quien renunció al cargo un día después cuando el juez Miguel Ángel Gálvez dictó orden de captura en su contra.